¿Por qué las organizaciones siguen sin invertir en ciberseguridad?

A pesar de su evolución a lo largo de los años, el sector de la ciberseguridad sigue en ascenso, y varios indicadores lo confirman. Desde el lado de la oferta, empresas establecidas en el ámbito de la tecnología de la información han realizado inversiones recientes para adquirir o fortalecer sus divisiones de ciberseguridad.

Este fenómeno no es coincidencia; con la transformación que han experimentado las empresas para integrar cada vez más tecnología y adaptarse a una sociedad cada vez más digitalizada, cualquier falla o ataque a la infraestructura tecnológica puede tener repercusiones significativas en cualquier organización. Es por ello que se afirma que en la actualidad prácticamente todas las empresas, sin importar su sector de actividad, también son consideradas empresas tecnológicas.

A continuación, veremos tres puntos por los que las organizaciones todavía no se animan a invertir en ciberseguridad:

• No invertir por miedo

Considerar la adquisición de soluciones de ciberseguridad con una perspectiva estratégica, centrándose en las necesidades específicas de su negocio y su entorno operativo. Esto implica evaluar cuidadosamente factores como la naturaleza de su industria, los marcos regulatorios que le afectan, los niveles de servicio requeridos, así como su tolerancia y disposición al riesgo, entre otros aspectos relevantes.

La inversión en ciberseguridad debe ser siempre una decisión planificada y bien estructurada, y no una reacción impulsiva ante situaciones que puedan parecer urgentes, incluso si lo son. Es esencial entender que la decisión de invertir en ciberseguridad está estrictamente ligada al funcionamiento y la viabilidad de su negocio, y no debe estar motivada por el miedo. Incluso en el caso de sufrir un ataque cibernético previo que haya afectado a su organización, la inversión en medidas de seguridad no debe basarse en el pánico, sino en una evaluación racional de las necesidades y riesgos del negocio.

• No invertir por cumplimiento

El uso de tecnología para cumplir con los estándares regulatorios y marcos de referencia requeridos por ciertos países o sectores industriales es una práctica aceptable y, en muchos casos, necesaria para garantizar la confiabilidad de la infraestructura que sustenta las operaciones comerciales. Sin embargo, surge un problema cuando la inversión y la implementación se limitan únicamente a satisfacer los requisitos mínimos, ya que esto puede conducir a una falsa sensación de seguridad.

Es importante comprender que el cumplimiento normativo no necesariamente garantiza una protección completa contra las amenazas cibernéticas. Al centrarse exclusivamente en los requisitos mínimos, las organizaciones corren el riesgo de subestimar la complejidad y la evolución constante de las amenazas en el panorama de la ciberseguridad. Esto puede dejar vulnerabilidades significativas sin abordar y crear una falsa sensación de seguridad que pone en peligro la integridad y la continuidad del negocio.

• No invertir por moda

Hace algunos años, presenciamos un auge en la popularidad de las tablets, lo que llevó a un incremento de ofertas destinadas a gestionar de manera más eficiente el fenómeno del Posteriormente, la llegada de la nube trajo consigo una avalancha de tecnologías y servicios diseñados para satisfacer las demandas asociadas con esta nueva forma de consumir tecnología, tanto a nivel individual como organizacional. Cada vez que se produce un cambio en la forma en que las personas u organizaciones adoptan la tecnología, surgen nuevas soluciones para abordar ese cambio.

Como proveedores de tecnología y servicios de ciberseguridad, es crucial comprender las necesidades del negocio, ofrecer asesoramiento sobre los casos de uso más adecuados y proporcionar siempre una gama de opciones. Adoptar una postura inflexible, sin contemplar alternativas para implementar cambios de manera gradual y coherente, debería ser motivo de preocupación durante cualquier conversación sobre tecnología.


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